¿Y quién soy yo?

Nací en Madrid en el año 1983 en el seno de una familia de clase media trabajadora. Mi infancia y adolescencia transcurrierron en Alcorcón, sin grandes logros. Era rebelde y contestona aunque no mala estudiante. De hecho, llegado el momento no me importaría tener una hija como yo, así de ególatra soy.

Con 18 años un fallo garrafal en la gestión del Rectorado de la Universidad Complutense me impidió matricularme en la carrera de Periodismo en esa universidad para ese curso y así, cosas del destino, y gracias al dinero de mis padres - ganado con el sudor de sus frentes- y una serie de becas de esas que te dan por sacar buenas notas, acabé estudiando la carrera de Periodismo en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Sí, yo, la roja, la rebelde, la republicana, la libertaria, la punki, la queer... Esa.  Y qué queréis que os diga, aquellos años tuvieron mucho más de bueno que de malo... Aprendí a respetar como no me respetan a mí, conocí a gente de todos los colores que aún hoy siguen en mi vida y, sobre todo, me hice una periodista crítica con todo. Profesionalmente he pasado por la Cope, por Radio Intereconomía y por la Agencia EFE, entre otros.

Desde hace 3 años, la mala situación del periodismo y las pocas ganas que tengo de trabajar para un medio cobrando una miseria, me han llevado a pasar mis días trabajando en la filial en Madrid de una multinacional alemana de energía solar. No es el trabajo de mi vida, yo quiero patear, quiero informar, quiero hacer periodismo real... Pero no en las miserables condiciones en las que lo hacen la mayoría de mis compañeros. Mientras, también hago mis pequeños trabajos periodísticos que me llenan de orgullo y satisfacción más que de dinero.

Hace 4 años cambié Alcorcón (Madrid) por Ocaña (Toledo), un lugar al que aún no pertenezco y en el cual cada vez procuro estar menos. En lo sentimental la vida me sonríe, estoy casada y soy madre adoptiva de una perra muy cariñosa que es un espectáculo. Ahora también soy una indignada, no sé si del 15M o simplemente una indignada sin apellido. Lo que tengo claro es que soy una oveja que se niega a seguir a cualquier pastor.