6 sept 2011

Indignación en la carretera: Matones viales

Todos, alguna vez, mientras vamos conduciendo, nos hemos preguntado dónde está la Guardia Civil de Tráfico cuando se la necesita. Probablemente muchos, como yo, añadiréis detrás de esta frase: “Seguro que si lo hago yo ya me habrían cazado”. Y bastantes, también como yo, remataréis con algún insulto hacia el delincuente vial o hacia su madre. Bien, yo tengo una opinión clara al respecto: Como ya sabemos que la Guardia Civil casi nunca está presente en esas ocasiones, somos nosotros los que tenemos que denunciar por nuestra cuenta y riesgo. Es la única solución que veo.

Tengo la desgracia, como otros muchos, de trabajar a 70 km de donde resido; así que todos los días tengo que soportar grandes atascos con gente desesperada que hace “pirulas” imposibles para intentar avanzar medio metro, listillos que se creen que la carretera es suya y tenemos que estar todos pendientes para dejarle sitio… En fin, esa clase de fauna peligrosa que ya todos conocéis de sobra.

Este es un tema que me preocupa. Hace unos meses, casi un año, un camión me sacó de la carretera y tuve un accidente bastante importante. Mi coche quedó siniestro, yo “tocada del ala” y el camionero - que se dio a la fuga dejando tras de sí un coche volcado en la cuneta -quedó impune. Mi caso fue sobreseído. La Guardia Civil puso en su informe que, ante la falta de pruebas, yo solita me había salido de la carretera. Tampoco me quiero enrollar con el tema porque a lo que voy, en realidad, es a la falta de protección que tenemos los conductores legales frente a los violentos que pueblan las carreteras poniendo nuestra vida en peligro a diario.

No creo que esto pueda solucionarlo una campaña de la DGT, la prueba está en que ya en el año 2010 se hizo una campaña animando a denunciar a los acosadores… Y ¿alguien ha notado el cambio? Yo, desde luego no. Puede que se hayan reducido los muertos en la carretera pero, personalmente, cada día veo gente más despistada,  más nerviosa y más agresiva.  Por otra parte, existen decenas de asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico que llevan denunciando la impunidad de estas “malas bestias” desde hace muchos años sin apenas repercusión mediática.  Una de las más activas, reconocida como de utilidad pública es STOP-Accidentes. No estoy de acuerdo con todas sus reivindicaciones, aunque sí con la mayoría, y, lo que está claro es que, como puede leerse en la cabecera de su web: “Las víctimas de la violencia vial seguimos siendo víctimas ignoradas por la sociedad, olvidadas por el poder político, y desprotegidas por una justicia ciega que nos aparta del proceso penal”.

Más allá del tema asociaciones, cuya labor me parece encomiable aunque no pertenezco a ninguna por convicciones personales, creo que es nuestro deber concienciar, desde nuestra individualidad y nuestras experiencias personales,  a todos nuestros círculos sociales de la necesidad de denunciar a los conductores violentos. Hoy  le has visto y puede que no haya pasado nada porque el conductor “afectado” ha sabido reaccionar a tiempo. Pero mañana… ¿Quién te dice a ti que no vaya a provocar un accidente mortal? Por eso os invito a tod@s a tomar un minuto de vuestras vidas para apuntar la matrícula de ese coche que acaba de poner tu vida en peligro y hacérsela llegar a las autoridades. Sólo se necesita llevar a mano un trozo de papel y un bolígrafo en el coche. Puede que en muchos casos no se consiga hacer nada, pero también es probable que, en otros, estéis salvando vidas con un solo gesto..

Para mí y para las millones de personas que nos movemos en coche a diario, este tema está de actualidad SIEMPRE.  

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